Rosquillas de limón al horno

Receta de rosquillas de limón al horno

Las rosquillas de limón al horno caseras son un dulce que se puede ofrecer en multitud de ocasiones. Son muy fáciles de preparar una vez le coges el truco a la masa y puedes elaborar un gran número de ellas con poco esfuerzo. Su origen se remonta al Imperio Romano, época en la que se extendieron por todo el Mediterráneo, lo que ocasionó que surgieran diferentes versiones.

En España, es habitual consumir rosquillas de limón al horno en Semana Santa, aunque son una pasta tan popular que puedes encontrar una versión distinta dependiendo de la región donde estés y por supuesto, puedes conseguirlas en cualquier época del año.

En La Rioja, donde vivo, las más conocidas son las rosquillas de anís. En las ferias medievales que se han puesto tan de moda en los últimos años, hay puestos que te las hacen en el momento y creedme, hay pocas cosas más satisfactorias que comerte unas rosquillas de anís caseras y recién hechas.

Como no soy ajeno al interés que generan las diferentes recetas de rosquillas, en Cocina Familiar tengo publicadas unas cuantas. La diferencia entre las rosquillas de limón al horno de hoy y el resto de recetas, es que las otras son casi todas fritas y estas son al horno. Las recetas que tengo publicadas son:

– Rosquillas de nata y limón. Son similares a las de la receta de hoy, pero la nata suaviza la potencia del limón con su sabor lácteo. Una alternativa recomendable para aquellas personas que no les agrade demasiado el ácido del limón.

– Rosquillas de naranja. Si prefieres el cítrico de la naranja, estas son tus rosquillas. Un sabor menos ácido e infinitamente más agradable, en mi opinión.

– Rosquillas de anís. Estas son las más clásicas diría yo. El anís le da un punto de dulzor y un sabor delicioso. Además la cantidad de anís es tan reducida que hasta los niños pueden comerlas sin ningún tipo de peligro.

– Rosquillas de pueblo. También conocidas como hojarascas en el resto del mundo, estas rosquillas son típicas del pueblo donde resido, Aldeanueva de Ebro. Tienen siglos de antigüedad y antaño se hacían en grandes cantidades para regalar a los invitados de las bodas, comuniones y bautizos. Tienen forma cuadrada y van fritas.

– Roscos de San Blas. Otra receta que va al horno. La composición es algo distinta que la del resto de rosquillas y en vez de ir rebozadas en azúcar, a los roscos de San Blas se les pone un sencillo glaseado por encima. Es habitual consumirlas a principios de Febrero, que es cuando cae San Blas. En Aldeanueva se llevan a misa el día de San Blas para que las bendigan.

– Roscos de Vino. Una receta principalmente consumida en Navidad. Estos roscos también van horneados y su textura es más parecida a la de un mantecado o un mazapán, de ahí que sea más habitual hacerlos o comprarlos en la época navideña.

Después de toda esta recopilación de recetas (que por cierto tenéis enlazadas en color azul todas ellas y solo tenéis que pulsar sobre el título para llegar a la receta que queráis), voy a contaros algunos trucos para que estas rosquillas caseras de limón al horno os queden perfectas:

– Para hacer estas rosquillas, he utilizado una máquina amasadora. Si no dispones de una, puedes realizar todo el amasado manualmente y te van a quedar muy bien también. Lo de la máquina reduce mucho el esfuerzo, pero el no tenerla no debe ser un impedimento para no preparar las rosquillas.

– El tiempo de horneado depende de cada horno y en este caso diría que exclusivamente de eso, ya que si utilizáis el corta rosquillas, os quedarán del mismo tamaño que las mías.

– En cuanto a la cobertura, solo he puesto un poco de azúcar glas, pero puedes ponerles por ejemplo una cobertura de chocolate negro.

Ha llegado el momento de recomendarte las categorías de Repostería  para que puedes ver muchas más ideas similares que te van a encantar. Y ahora… manos a la obra.

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