Patatas a la importancia con bacalao

Preparad los fogones porque hoy vamos a preparar unas patatas a la importancia con bacalao. Mira que hay formas de preparar un ingrediente tan económico y básico como la patata, pero esta es, sin duda, mi favorita.

Qué aroma a mi infancia me viene cuando preparo las patatas a la importancia, a esas comidas de domingo en familia, capitaneados por mi abuela, que cocinaba para tantos que éramos. Están tan buenas… Pero, además, en esta ocasión les he querido dar más importancia aún (si es que se puede…), preparando unas patatas a la importancia con bacalao, que le va a dar un toque muy especial. Porque el bacalao, mira que es rico…

Con estas patatas a la importancia con bacalao estamos ante un plato único, con un primero y un segundo incorporados. Después podemos acompañarlo de una ensalada verde y listo, tendremos un menú completo de los que, personalmente, repetiría cada semana.

Anteriormente ya os enseñé a preparar las patatas rebozadas o patatas a la importancia solas, un plato sencillo, humilde, sabroso… Además, no solo podemos acompañarlo de bacalao, sino que podemos elaborar variaciones como unas patatas a la importancia con almejas. Pero si lo de rebozar las patatas no os convence, en mi recetario podéis encontrar muchísimas opciones para disfrutar de las patatas: patatas revolconas, patatas rellenas con bacon, patatas gratinadas dauphinoise, patatas deluxe…

Os dejo ya con la receta paso a paso de las patatas a la importancia con bacalao, pero también os animo a que visitéis las categorías Recetas con patatas y Recetas con bacalao para anotar más recetas.

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Patatas a la importancia con bacalao

Hoy preparamos patatas a la importancia con bacalao, un plato sencillo y humilde, de mis favoritos, al que le damos un toque diferente con el bacalao.

Raciones

Tiempo total 1 5

Ingredientes

1/ kg de patatas
400 g de bacalao
Harina al gusto
Huevo al gusto
Ajo al gusto
Cebolla al gusto
Aceite de oliva al gusto
Sal al gusto
Perejil al gusto

Elaboración paso a paso

Rebozar las patatas
Vamos a empezar cortando las patatas en rodajas no muy finas, de unos 5 mm. Después, las vamos a rebozar en harina y huevo para freírlas, pero antes les vamos a dar un toque de sal, para tenerlas sazonadas por dentro (eso sí, sin pasarse…).
Tened en cuenta que las patatas están gruesas y se tienen que pasar, así que las tendremos que freír lentamente.
¡Truco! Cuando rebocéis las patatas en la harina, no os olvidéis de ‘aplaudirlas’, para que se les caiga la harina sobrante.
Empezamos la salsa
Mientras se fríen (recordad que no queremos que se frían rápido…) vamos a ir haciendo la salsa. Empezaremos con el sofrito de cebolla, ajo y aceite de oliva. La cebolla la cortaremos bien picadita, porque no la vamos a triturar, pero tampoco queremos encontrarnos un trozo como un dedo en el plato, ¿verdad?
Vamos a hacer un sofrito tranquilo, despacito… Cuando la cebolla y el ajo empiecen a dorarse, vamos a poner una pizca de harina, pero no mucho, porque tened en cuenta que luego, al incorporar las patatas, caerá más harina. Por supuesto, queremos una salsa que nos quede espesita, pero si le echamos ahora mucha harina, va a estar tan grueso el caldo, que no va a poder cocer la patata como queremos.
Incorporamos las patatas
Añadiremos agua, un poco al ojo (tendremos que comprobar después si nos cubre bien las patatas, por lo que iremos viendo la cantidad…). En este momento, podemos usar el truquillo que me enseñó mi abuela, el de toda la vida, que es incorporar una pastilla de carne para darle aun más sabor a la salsa.
Después, pondremos las patatas en la olla, sin que lleguen a cubrirse del todo con el agua, y dejaremos que se vayan haciendo poco a poco.
Freímos el bacalao
Mientras tanto, iremos haciendo el bacalao. Para ello, rebozamos los lomos en huevo y los freímos en una sartén con aceite. Usaremos lomos de bacalao desalado, con lo cual ya está más cocinado todavía, por lo que no le hace falta mucho, freírle solo un poquito, para que luego se termine de hacer con el guiso.
Terminamos el guiso
Vamos a incorporar un poquito de perejil bien picadito al plato, para que tenga un poco de color verde y, además, el sabor y el aroma que le va a aportar al guiso.
Y, por último, cinco minutos antes de terminar el cocinado vamos a poner los lomos de bacalao en la cazuela y dejamos que se terminen de hacer. Después, lo dejaremos unos 10 minutos reposando, mientras vamos preparando la mesa para disfrutar de esta maravilla de plato.