Receta de pastel de queso japonés, el placer de la sencillez

Hoy, nuestro querido Luis Carlos Romero nos va a preparar un pastel de queso japonés que os va a sorprender, no solo por su sabor delicado y exquisito sino también -y sobre todo- por su textura, que es única. ¿Conocéis las nubes de golosina (o marshmallows) que son esponjosas y se deshacen en la boca? Bueno, pues precisamente esto es lo que sientes cuando pruebas este pastel de queso japonés: un dulce bocado mullido y blandito con un suave sabor a queso crema… auténticamente irresistible.

Para conseguir la agradable textura de este pastel de queso japonés, vamos a recurrir a algunos trucos que os vamos a contar con todo detalle en el vídeo. Por ejemplo, en uno de los pasos vamos a hacer un merengue y os vais a dar cuenta de que es mucho más fácil de hacer de lo que pensáis. Además, os va a venir muy bien a la hora de preparar muchas otras recetas de repostería.

Sé que este tipo de pasteles o tartas de queso os gustan mucho y así me lo hacéis saber cada vez que los hacemos, así que hoy también quiero compartiros otras tartas de queso que hemos elaborado en Cocina Familiar y que triunfan siempre que las hago: Tarta de queso batido y Tarta de queso cremosa muy fácil. Y, como siempre, os dejo otras recetas recomendadas de tartas de queso al finalizar esta receta.

Espero que disfrutéis mucho de este pastel de queso japonés porque cada bocado os va a hacer levitar de lo bueno que está. Contadme por favor si lo hacéis, qué tal os ha ido y qué os ha parecido el resultado. Ya sabéis que agradezco mucho todos los comentarios para conocer vuestras opiniones y seguiros ofreciendo un contenido de la máxima calidad.

Dicho esto, antes de mostraros el paso a paso del pastel de queso japonés, voy a recomendarte que visites las secciones de Tartas caseras y repostería para ver muchas más ideas similares a esta.

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Pastel de queso japonés, el placer de la sencillez

El pastel de queso japonés que os enseño, es sublime por su sabor y por su textura única, que nos recuerda a las nubes de golosina. Sencillo y exquisito.

Raciones

Tiempo total 1

Ingredientes

130 g de queso crema
50 g de harina
40 g de mantequilla
50 g de leche
70 g de azúcar
3 yemas de huevo
10 g de zumo de limón
3 claras de huevo 100 g

Elaboración paso a paso

Preparamos el molde
Ponemos en el molde un papel de horno tanto en la base, en forma de círculo, como en los laterales.
Hacemos la primera parte de la masa
Tamizamos la harina en un bowl, añadimos el azúcar, mezclamos y reservamos.
Fundimos el queso, la mantequilla y la leche
Derretimos el queso al baño maría junto con la mantequilla y la leche hasta que quede una cremita uniforme. Retiramos del fuego y dejamos atemperar durante cinco minutos.
Añadimos las yemas
Ahora vamos a incorporar las yemas de huevo, que hemos tenido metidas en la nevera para que se fueran enfriando. Rompemos las yemas y mezclamos para que todos los ingredientes se integren bien.
Ponemos el zumo de limón
Hacemos lo mismo pero con el zumo de limón.
Incorporamos la harina y el azúcar
Tamizamos de nuevo la harina y el azúcar que habíamos reservado y la añadimos al bowl. Removemos bien para integrar. Reservamos.
Montamos el merengue
Empezamos montando las claras de huevo hasta que estén blancas y hayan aumentado su tamaño. En ese momento añadimos un tercio del azúcar y seguimos montando durante 40 segundos. Después, otro tercio del azúcar y montamos 40 segundos, y terminamos con el último tercio del azúcar y 40 segundos montando. Cuando esté terminado de montar comprobaremos que si ponemos el recipiente boca abajo, el merengue no se cae.
Unimos merengue y la masa que tenemos reservada
Ahora vamos a incorporar el merengue a la masa y vamos a mezclarlo suavemente hasta conseguir una textura cremosa y uniforme.
Horneamos el pastel
Vamos a verter la masa en el recipiente y a su vez lo vamos a introducir en una bandeja al baño maría. Lo horneamos durante 30 minutos a 150 grados. Al pasar ese tiempo, bajamos la temperatura a 110 grados, abrimos la puerta del horno durante 10 segundos y la volvemos a cerrar. Horneamos 30 minutos más y después subimos la temperatura a 150 grados y terminamos de hornear durante 15 minutos, hasta que la superficie del pastel esté dorada.
Ya tenemos nuestro pastel terminado
Solo falta desmoldar el pastel y a comer, pues se puede comer calentito y os puedo asegurar que está buenísimo. También se puede comer frío, que tendrá otra textura pero el sabor estará más presente. Esto ya es a gusto del consumidor. ¡Que lo disfrutéis mucho!