Receta de natillas de huevo caseras
Natillas de huevo caseras, un postre tradicional que os muestro en su versión más clásica. Hoy en día se hacen natillas de chocolate, fresa, dulce de leche, café…
Las natillas de huevo caseras son uno de los postres que me llevan a la niñez, son las que hacía mi abuela para darnos a los nietos cuando íbamos de visita y te aseguro que lo hacíamos a menudo porque hay que ver lo bien que nos convencía jajaja.
El desarrollo posterior de la receta ha ido añadiendo una gran cantidad de sabores a las natillas de huevo caseras. para darle variedad a un postre que le gusta a todo el mundo de la manera tradicional.
Lo bueno que tienen las natillas de huevo caseras, es que puedes servirlas en cualquier ocasión. Hay algo que si quiero recalcar, cuando ponemos galletas encima, estas se humedecen y pierden su crujiente pero… ¿a que lo primero que te comes es la galleta? jajajaja
Debido a la sencillez de sus ingredientes, su reducido coste y su enriquecedor aporte alimenticio, el origen de las natillas se sitúa en los conventos a lo largo de Europa. Por sus características, constituía un plato idóneo en los conventos, donde se fomentaba la cocina dulce y una cultura de austeridad que potenciaba el aprovechamiento máximo de todos los alimentos. Otras teorías sitúan su origen en la repostería francesa, como consecuencia de sus repetidas épocas doradas.
Donde realmente se empezaron a conocer las natillas fue en la época de la República Romana, donde surgieron las primeras trazas de lo que hoy conocemos como “cocina mediterránea”. La posterior introducción de las especias durante la Edad Media y la recuperación de los placeres mundanos en el Renacimiento, provocaron que las natillas evolucionaran hasta algo muy parecido a lo que conocemos en la actualidad, ya que añadieron vainilla y canela.
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Natillas caseras
Ingredientes
- 6 yemas de huevo
- 6 cucharadas soperas de azúcar
- 250 ml de nata líquida crema de leche en América
- 450 ml de leche
- 25 g de fécula de maíz
- Canela en rama 1 palo
- Canela en polvo al gusto
- La piel de 1 limón
- Esencia de limón al gusto
- Esencia de vainilla al gusto
Elaboración paso a paso
- Infusionar la lecheComenzaremos poniendo una cazuela al fuego con la leche, la nata, el palo de canela en rama, la cáscara de limón y la esencia de vainilla. Dejaremos que se vaya calentando y contaremos unos 5 minutos desde el momento en el que el líquido comience a hervir.
- Retirar la leche del fuego y dejar que se enfríePasados los 5 minutos, retiraremos la cazuela del fuego y dejaremos que el líquido se atempere. En ese momento lo verteremos en un recipiente (como un vaso medidor por ejemplo) a través de un colador para que se queden en él la cáscara de limón, la canela y lo que hayan podido soltar.
- Mezclar las yemas del huevo con el azúcar y la maicenaMientras termina de enfriarse la leche, pondremos en un bol las yemas de huevo con el azúcar y las mezclaremos hasta que hagan emulsión. En ese instante agregaremos la fécula de maíz y la integraremos con las yemas y el azúcar.
- Añadir la leche poco a poco a la mezclaAhora iremos vertiendo poco a poco el líquido que hemos cocido anteriormente mientras batimos para mezclarlo con el resto de componentes.
- Cocinar la mezcla para reducirlaCuando tengamos todo mezclado, volveremos a verter todo el líquido a la cazuela donde habíamos cocido la leche. Lo pondremos a calentar despacio y veréis cómo va apareciendo una espuma fina en la superficie.
- Remover hasta que las natillas espesenA medida que el líquido se vaya calentando y vayamos batiendo despacio, veréis como esa espuma desaparece. Ese es el momento en el que están listas las natillas para retirarlas del fuego. Recuerdo que el líquido no debe llegar a hervir en ningún momento. Si veis que hace amago de hervir, bajáis el fuego.
- Poner las natillas caseras en un recipiente y esperar a que se enfríenPara finalizar, volcaremos las natillas en unos recipientes individuales y dejaremos que se enfríen antes de meterlos a la nevera. Una vez frías, podréis decorarlas como más os guste. Yo he puesto merengue en el borde y un poco de azúcar que he quemado después con un soplete. Si preferís la clásica galleta con la canela en polvo, es una opción perfectamente válida.
- Ya hemos terminado las natillas caserasY ya está amig@s, hemos terminado nuestras natillas caseras. Una receta que espero que hagáis muy pronto en casa y subáis la foto final a Instagram mencionando mi cuenta @cocinafamiliarjr. Así veré que habéis hecho las natillas y me pondré muy contento. Nada más por hoy, mañana más y mejor aquí, en Cocina Familiar.
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