- Espárragos blancos
- Limón
- Sal
- Vinagre balsámico de Módena al gusto
- Aceite de oliva virgen extra al gusto
Comenzamos pelando los espárragosEl espárrago fresco debe pelarse para quitarle la capa exterior que es bastante dura a modo de corteza protectora. Se pela desde la punta hacia el tallo y al menos yo, los corto y los dejo en unos 15 cm, la parte de abajo suele ser más dura y fibrosa. Si quieres que esa parte esté tierna tienes que cocinar en exceso las puntas y eso a mi no me gusta.Si que puedes cocerlos aparte y te servirán para añadir a guisos o hacer tortillas. Preparamos el agua con sal y limónEl primero es preparar correctamente el agua, esta debe ser abundante, bien sazonada y a mí me gusta añadirle limón, debe estar hirviendo cuando echemos los espárragos, hay quién los cuece en manojo ya que la punta es mucho más tierna aunque yo no lo tengo en cuenta y me quedan muy bien. Vamos sacando los espárragos que estén en su puntoEl segundo es que como no todos tienen el mismo tamaño a mí me gusta ir sacándolos del agua a medida que los vea en su punto. Una vez los saquemos de la cazuela no conviene refrescarlosEl tercero y más importante, cuando los sacamos del agua siguen cociendo, ya que los vamos a tomar templados no conviene refrescarlos y si controlar el punto de cocción para que con el calor final se queden perfectos. Aliñamos y disfrutamosSe apañan con aceite de oliva y vinagre si te apetece, le vamos a colocar unos huevos escalfados y ya tendremos un plato de lujo.
Calorías: 18kcal